Típico que le entregas todo tu amor, hasta lo que ni sabias que tenías, es más te depilabas con cera solo para evitar que tus bellos fueran más largos que los de él, y ocurre que de un día a otro, te llega con alguna de esas típicas frases:
“El amor se ha terminado”, “Ya no es lo mismo”, “No eres tú, soy yo”, “Estoy confundido”, “Las cosas no van bien”, “No funcionamos”, “Te mereces algo mejor”, “Espero que el destino nos vuelva a juntar”, etc.
A algunas nos toma por sorpresa la decisión, otras ya lo veían venir y unas cuantas ya tienen su próximo reemplazo. Sea cual sea tu situación, aquí te voy a dejar las cinco cosas que una Hija de la Chingada debe hacer cuando terminan con ella.
Uno:
No reprimas tus sentimientos. Maltrátalo cuantas veces necesites liberar tu alma. Al fin y al cabo ya todo se fue a la mierda.
Dos:
Cada que escuches esa canción que te hace recordarlo, golpéate la cabeza contra la pared. Así tienes un verdadero motivo por el cual sufrir.
Tres:
Rodéate de gente que te quiere. Reúnete con el club de amigas dejadas, amargadas y jodidas que tienes. Te sentirás mejor estar entre personas con vidas igual de miserables.
Cuatro:
Enfoca tu tiempo en algo positivo. Algo así como una venganza, ejemplo; ponchando las llantas de su auto, quebrando o tirando algo suyo que aun tengas en tu poder, no sé, algo positivo… para tu bienestar mental.
Cinco:
Calma y paciencia. No dejes que el amor desaparezca de un día a otro, planea bien cómo hacerlo tamales, que diga, vive tu duelo con calma, no te aceleres o todo saldrá mal y descubrirán que lo cocinaste… ¡Digo! a lo que me refiero es que descubrirán que aún no lo puedes olvidar.
Lo importante de todo esto es salir del bache de sentimientos frustrados y deprimentes e ir en busca de tu felicidad. Anda y comprarte unos buenos tacos y sonrie.
Autor: La Hija de la Chingada.
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