sábado, 26 de marzo de 2016

Día cero.



Día cero.
Esa noche se respiraba nostalgia y nuestra mesa vestía elegante.
Un mantel rojo, combinado con tres copas de vidrio, daban a entender que la vida es un festín que debemos saborear con cada parte del cuerpo, antes de devorarlo por completo.
Una mirada perdida en la barra del bar.
Mientras otra, simplemente anhelando volver al inicio de la historia.
Esa noche te deje, esa noche me perdiste, esa simple noche nos prometimos un regreso lleno de mentira.

No hay nada, ni nadie, que pueda retroceder el tiempo mas que los recuerdos. 













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