Quede desnuda frente al espejo con la mirada aun borrosa.
Al paso de unos segundos mi reflejo hizo que reaccionara ante tal imagen.
En medio de mis pechos había una herida, era profunda, podía verse el interior de mi cuerpo, cada capa de mi estaba expuesta.
Me alarme de inmediato.
Pasmada, me acerque al espejo para observar de cerca. Subí poco a poco mi mano derecha hacía la herida, presintiendo el dolor que me ocasionaría. Cerré los ojos y toqué.
No, no había dolor, mis dedos no palpaban esa abertura en mi. Abrí los ojos lentamente sin quitar la mano de mi pecho.
El espejo reflejaba una imagen distinta; yo, desnuda, con un rostro desconcertado, tocando aquella herida.
Gire mi cabeza hacia abajo. Iba a mirar la escena desde un primer plano; con mis propios ojos.
Lo único que pude contemplar fue la mano postrada en mi pecho.
Me duché. Me vestí. Y salí al trabajo.
No podía dejar de pensar en mi misteriosa herida. '¿Y si mi espejo esta mal?'
Apresurada entre al baño. Había un espejo corto. Me descubrí el pecho, con la esperanza de que hubiese desaparecido, pero seguía ahí, abierta y profunda.
Pasó una semana y la herida era como una flor marchita.
Pasaron meses.
Pasaron años.
La herida viva se fue.
...
Ahora solo hay una gran cicatriz que atraviesa la mitad de mi pecho.
Me negué a seguir mirando a través de espejos. Hoy la veo en mi.
Canto, lloro, abrazo, corro, viajo, grito, como, escribo, perdono, toco, hablo, sonrío, busco, golpeo, sangro, escucho, bailo, muerdo, siento, beso, pienso, amo y vivo con ella.
Iliana Cobian
Hermoso
ResponderBorrarMuchísimas gracias Luluza, eres mi primer comentario, que felicidad! Haahahaha :)
BorrarTodos en esta vida vivimos con una cicatriz !! No dejes de escribir ;) :)
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