Desperté muy temprano, parecería que mi cuerpo se hubiese programado la noche anterior para saber exactamente que hacer. Con la mente entumecida por el sueño, mis manos por si solas fueron quitando la ropa que llevaba encima. Quede desnuda frente al espejo con la mirada aun borrosa. Al paso de unos segundos mi reflejo hizo que reaccionara ante tal imagen. En medio de mis pechos había una herida, era profunda, podía verse el interior de mi cuerpo, cada capa de mi estaba expuesta.